
¿Quiénes fueron Antón Martín, el Príncipe de Vergara o La Latina?
Muchas de las 300 estaciones del metro de Madrid recuerdan a personalidades hoy desconocidas para la mayoría de sus usuarios. Estos son diez personajes que dieron nombre a algunas de las más antiguas
Actualizado: GuardarMuchas de las 300 estaciones del metro de Madrid recuerdan a personalidades hoy desconocidas para la mayoría de sus usuarios. Estos son diez personajes que dieron nombre a algunas de las más antiguas
12345678910Ríos Rosas
wikipedia Es una de las estaciones del primer tramo del Metro que inauguró el rey Alfonso XIII entre Sol y Cuatro Caminos (línea 1) en 1919. Toma su nombre de la calle en honor a Antonio de los Ríos Rosas (Ronda, España, 1808 - Madrid, 1873), un destacado orador, literato y político español que participó desde 1836 hasta su muerte en casi todas las legislaturas en distintos partidos moderados.
«Tenía tres condiciones características: era tribuno elocuentísimo, gobernante integérrimo y hombre de mal genio», escribió tras su muerte Eduardo Zamora y Caballero en «La Ilustración Artística», según recoge una reseña del Casino de Madrid. Licenciado en Derecho, fue considerado uno de los mejores oradores del siglo XIX y destacó por ser severo e inflexible en la defensa de los valores morales y por su carácter enérgico.
Desde sus artículos en prensa arremetió contra la regencia de Espartero y fue ministro de la Gobernación durante el bienio progresista de éste entre 1854 y 1856. Junto a O'Donnell sentó las bases del partido Unión Liberal y volvió a ser ministro de Gobernación durante la presidencia de éste tras el golpe de Estado. Embajador después en Roma entre 1859 y 1860, a su regreso a España fue nombrado presidente del Congreso (1863) y del Consejo Real (1865) aunque sus enfrentamientos con Narváez le llevaron a abandonar el partido y le costaron su destierro a Canarias en 1866.
En tiempos del Sexenio Revolucionario defendió a Amadeo de Saboya como monárquico conservador y durante la Primera República a Castelar.
Fue miembro de la Real Academia Española y de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y llegó a presidir el Ateneo de Madrid. Falleció el 3 de noviembre de 1873 en Madrid, retirado de la vida pública.
Antón Martín
Antón Martín, retratado en un cuadro al óleo por Juan A. Rizzi - orden hospitalaria de san juan de dios Antón Martín fue el primer discípulo de San Juan de Dios. Nacido en la localidad conquense de Mira el 25 de marzo de 1500, cuentan que fue vigía y guarda del registro en Valencia era bravucón y pendenciero hasta que llegó a Granada para vengar la muerte de su hermano y allí conoció a San Juan de Dios. Este encuentro le cambiaría la vida. Se convirtió en el primer compañero del santo y en su sucesor tras su muerte al frente del hospital que San Juan de Dios había levantado en Granada. Buscando limosnas para costear las deudas del hospital llegó a Madrid en 1552 donde por mandato real erigió otro hospital similar al de Granada, destinado a los más pobres. En la calle Atocha, muy cerca de la plaza que hoy lleva su nombre fundaría el hospital de Nuestra Señora del Amor de Dios, más conocido como «de Antón Martín», donde desplegó su actividad en favor de los enfermos y los más desfavorecidos de Madrid hasta su muerte, el 24 de diciembre de 1553. Tenía 53 años.
Hoy sus restos descansan en el Hospital San Rafael, uno de los cuatro centros que mantiene la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Madrid (junto al Centro de San Juan de Dios en Ciempozuelos, la Clínica de Nuestra Señora de la Paz y la Fundación Instituto San José). En el mismo Hospital San Rafael se celebró el pasado miércoles el funeral por otro religioso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, el español de 75 años Miguel Pajares, fallecido a causa del ébola que contrajo en Liberia.
La estación de Antón Martín, en la línea 1 del Metro de Madrid, se sitúa bajo la calle de Atocha, junto a a la plaza del mismo nombre. Abrió al público el 26 de diciembre de 1921 tras la inauguración del nuevo tramo de metro entre la Puerta del Sol y la Glorieta de Atocha con la presencia de los Reyes, según relató entonces ABC. Don Alfonso y Doña Victoria recorrieron también aquel día la nueva estación de Progreso, hoy llamada Tirso de Molina.
Manuel Becerra
Manuel Becerra - wikipedia Manuel Becerra y Bermúdez (Castro de Rey (Lugo), 20 de octubre de 1820 – Madrid, 19 de diciembre de 1896) fue un matemático e ingeniero cuyas ideas revolucionarias le llevaron a participar en barricadas y enfrentamientos armados frente al ejército de Isabel II por las que estuvo encarcelado y tuvo que exiliarse en Francia. Benito Pérez Galdós lo cita en «Fortunata y Jacinta». Formó parte del Gobierno de Prim como ministro de Ultramar y repitió luego como ministro durante el reinado de Alfonso XII y la regencia de María Cristina, así como en la I República. Fue también miembro de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, destacado masón y está considerado el «Padre de la Gimnasia oficial» por ser el impulsor de la educación física.
Falleció el 19 de diciembre de 1896 y sus restos yacen en el cementerio de Santa María de Madrid.
La estación que lleva su nombre fue inaugurada el 14 de junio de 1924 y aunque tras la Guerra Civil la plaza fue rebautizada como Plaza de Roma, se mantuvo su designación en el metro.
Príncipe de Vergara
Retrato de Baldomero Espartero pintado por José María Casado del Alisal, 1872. - congreso de los diputados En el mismo año de 1924, aunque meses después de ser inaugurada la estación de Manuel Becerra, se abrían al público los andenes de la línea 2 de la estación de Príncipe de Vergara, título que Amadeo I de Saboya otorgó a Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez de Toro.
Nacido en Granátula de Calatrava el 27 de febrero del año 1793 y muerto en Logroño el 8 de enero de 1879 con 86 años, Baldomero Espartero fue una figura clave en la historia militar y política del siglo XIX. General curtido en batallas contra el invasor francés y contra los carlistas, fue por dos veces presidente del Consejo de Ministros, así como Regente durante la minoría de edad de Isabel II. Fue el único militar que ha ostentado el tratamiento de Alteza Real.
Espartero fue el protagonista junto a Maroto del Abrazo de Vergara de 1839 que selló la paz en la Primera Guerra Carlista y al término de ésta se volcó en la política, haciendo que María Cristina le nombrara presidente del Consejo de Ministros y exigiendo después a la regente que abdicara para ser nombrado él mismo regente en 1841.
Tras verse obligado a disolver las Cortes dos años después, se mantuvo retirado hasta que 1854 y el inicio del llamado «bienio progresista» (1854-56) que terminaría con el pronunciamiento del general O'Donnell.
Aún en 1868, Prim le ofreció que las Cortes lo eligieran rey constitucional de España, pero él lo rechazó. Amadeo de Saboya lo nombró Príncipe de Vergara con tratamiento de alteza real.
Diego de León
Diego de León - abc Diego de León y Navarrete, nacido en Córdoba en 1807, inició con apenas 17 años una brillante carrera militar. Por su arrojo en 1834 en la batalla de Arcos (Navarra), en la que al mando de 72 jinetes derrotó a una columna carlista de efectivos muy superiores, fue condecorado con su primera Laureada de San Fernando.
Ya entonces destacaba por su habilidad como jinete y en el manejo de la lanza, algo que sorprendía a todos puesto que este arma no se usaba en combate de asalto desde Carlos III y había caído en total desuso a lo largo de la Guerra de la Independencia, según relató Ignacio Danvila Carbonell en su artículo «Diego de León. Un cordobés para la historia», publicado en ABC en 2007. De ahí que le apodaran en su tiempo «la primera lanza de España».
Sus méritos militares tejieron la leyenda en torno a su persona, el militar más legendario y popular del bando cristino, pero el hecho más destacado de su trayectoria fue la carga sobre las tropas carlistas en Belascoain, cerca de Pamplona, por la que se le concedió el título de marqués de Belascoain.
Al término de la guerra tras el Abrazo de Vergara, Diego de León se vio inmerso en otras batallas, esta vez políticas, al enfrentarse al progresista Espartero tras el exilio de Doña Cristina. El fracaso de la intentona para acabar con la regencia de éste con el asalto al Palacio Real en 1841 lo llevó ante un consejo de guerra que le condenó a muerte.
Cuentan que antes de ser fusilado instó a los soldados a apuntar con precisión al corazón pues en múltiples ocasiones había sido herido sin lograr que muriese. Está enterrado en la sacramental de San Isidro.
La estación de metro fue inaugurada en 1932.
Argüelles
Placa del pasaje de Agustín Argüelles en Sevilla - abc El diputado y jurista asturiano Agustín Argüelles da nombre a la estación ubicada bajo la calle Princesa que se abrió al público en 1941. Nacido en L'Atalaya de Ribadesella en 1776, Argüelles fue uno de los padres de la Constitución de 1812, la conocida como La Pepa. El historiador José Luis Comellas lo llamó el «héroe de la reforma constitucional» aunque por sus dotes de orador fue llamado en la época «el divino Argüelles».
Argüelles había residido unos años en Londres y tenía un amplio conocimiento de política y «leyes y gobiernos extranjeros», como describió el conde de Toreno que convivió con él. Argüelles fue el redactor del Discurso preliminar a la Constitución de 1812
Tras el regreso de Fernando VII estuvo preso en Ceuta y en Alcudia (Islas Baleares). En 1820 volvió a la política y fue nombrado ministro de Gobernación por el propio monarca, aunque dimitió por las críticas del rey. Durante la invasión francesa emigró a Londres donde permaneció hasta la muerte de Fernando VII. Fue presidente del Congreso y tutor de la reina Isabel II hasta el alzamiento contra el regente Espartero. Fue diputado hasta su muerte el 27 de marzo de 1844. Está enterrado en el cementerio de San Nicolás.
Ventura Rodríguez
Fragmento del diseño de Ventura Rodríguez del palacio de Altamira - abc También en 1941 fue inaugurada la estación de Ventura Rodríguez en la línea 3 con el nombre de este célebre arquitecto madrileño. Nacido en Ciempozuelos en 1717 e hijo de un humilde albañil que participó en las obras del Real Sitio de Aranjuez, se convirtió junto a Juan de Villanueva en uno de los arquitectos españoles más reconocidos del siglo XVIII.
Ventura Rodríguez, cuyo verdadero nombre fue Buenaventura Rodríguez Tizón, fue el arquitecto de la Capilla del Palacio Real de Madrid (1749). Un año después recibió el encargo para remodelar la basílica del Pilar de Zaragoza. Del estilo barroco de estos trabajos fue pasando poco a poco al estilo neoclásico hasta convertirse en uno de los abanderados de esta estética (convento de los Agustinos de Valladolid o fachada de la catedral de Pamplona).
El Palacio de Liria o el del infante Don Luis en Boadilla del Monte y la iglesia de San Marcos son algunas de sus obras destacadas en Madrid, donde también dejó su firma en la fuente de La Cibeles o en la de Apolo en el Paseo del Prado.
Sus restos reposan en la iglesia madrileña de San Sebastián, en la calle Atocha, en la llamada cripta de la Real Congregación de Arquitectos de Nuestra Señora de Belén en su Huida a Egipto.
Alonso Martínez
Monumento a Manuel Alonso Martínez en la plaza de su mismo nombre en Madrid - luis garcía (wikipedia) Los primeros andenes de la estación de Alonso Martínez se abrieron el 23 de marzo de 1944 bajo la plaza del mismo nombre llamada así en honor al prestigioso jurista y político burgalés Manuel Alonso Martínez (1827-1891).
Diputado con solo 27 años, al año siguiente fue nombrado ministro de Fomento por Espartero, iniciando una brillante carrera política que le llevaría a encabezar distintos ministerios (Fomento, Hacienda, Gracia y Justicia) a lo largo de su vida.
El Proyecto de Ley de Instrucción Pública que presentó en 1855 se incorporaría posteriormente a la reforma educativa de Claudio Moyano, aunque a Alonso Martínez se le conoce por ser redactor de la Constitución de 1876, así como de la Ley de Imprenta (1881), la Ley de Enjuiciamiento Criminal (1882), el Código de Comercio (1885) y el Código Civil (1889).
Como actor destacado en los años que le tocó vivir, redactó el manifiesto de abdicación de Isabel II a favor de su hijo en 1868 y años después le tocó tomar juramento como ministro de Gracia y Justicia al joven Alfonso XII.
A Alonso Martínez se le debe la creación de laboratorios de Medicina Legal en Madrid, Barcelona y Sevilla.
Fue académico de Ciencias Morales y Políticas, presidió la de Jurisprudencia y fue también presidente del Congreso en 1889.
Serrano
El 23 de marzo de 1944 abrió al público la estación de Serrano bajo la calle Goya pero muy próxima a la calle del mismo nombre en honor al general y regente Francisco Serrano y Domínguez (1810-1885), duque de la Torre, que vivió y falleció en ella. Una placa lo recuerda en el número 14.
Nacido en Cádiz en la Isla de León (San Fernando), se forjó su brillante carrera militar durante la Primera Guerra Carlista hasta que en 1839 dio el salto a la política junto a Espartero, siendo nombrado mariscal y ministro de Guerra durante la regencia de éste. Sin embargo, se volvió contra él por su excesivo poder y cooperó con Prim para derrocarle en 1843.
Por su especial amistad con Isabel II que le valió el apodo de «el general Bonito» -hay quien señala que llegó a ser su amante- despertó recelos entre los políticos moderados de la época. Apoyó en 1854 de nuevo a Espartero, pero después se vinculó a la Unión Liberal de O'Donnell, sucediéndole a su muerte al frente del partido y llegó a participar en la Revolución de 1868 que destronó a Isabel II.
Fue nombrado presidente del gobierno provisional (1868-69) y sobre él recayó la jefatura del Estado como presidente del Poder Ejecutivo entre 1869 y 1870. Tras la coronación de Amadeo de Saboya, fue llamado a presidir el Gobierno en 1871 y 1872.
En la Tercera Guerra Carlista, derrotó al pretendiente Don Carlos en Oroquieta, pero el rechazo de las Cortes y del Rey al acuerdo de Amorebieta le obligaron a dimitir del Gobierno. Después admitiría la proclamación de la Primera República, aunque tendría que exiliarse por conspirar contra ella.
Tras el golpe del general Pavía en 1874, Serrano fue de nuevo nombrado presidente del gobierno y del Poder Ejecutivo hasta el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto. Aceptó al nuevo Rey, Alfonso XII, e intentó liderar a los liberales, pero perdió frente a Sagasta. Falleció el 25 de junio de 1885 y sus restos descansan en la Iglesia de los Jerónimos de Madrid.
La Latina
Retrato de Beatriz Galindo en su monumento funerario del año 1531 - carlos teixidor (wikipedia) Así se llama el barrio y así fue bautizada la estación que abrió al público el 5 de junio de 1968 con el primer tramo de la línea entre Callao y Carabanchel. Pero La Latina fue en origen el apodo que le dieron sus contemporáneos a Beatriz Galindo, la primera maestra conocida en España, según Almudena de Arteaga que rescató del olvido su historia en un libro.
Nacida en Salamanca en 1465, logró el reconocimiento de sus contemporáneos por su conocimiento del latín, que hablaba con corrección con solo 15 años. Tal fue la fama que alcanzó «La Latina» por todo el reino que Isabel la Católica solicitó que fuera a la corte. La llamada de la reina cambió el destino de Beatriz Galindo. En lugar de ingresar en un convento como novicia, pasó a ser maestra de Isabel la Católica y preceptora después de sus hijos, así como consejera de la reina.
Escribió poesía en latín y estudió medicina y teología. A ella se le atribuyen además unos Comentarios a Aristóteles.
En 1491 se casó a instancias de los Reyes con el oficial de artillería Francisco Ramírez, con el que tuvo dos hijos. A la muerte de la Reina en 1504 se retiró de la corte y fijó su residencia en el barrio madrileño hoy conocido por el de La Latina, dedicándose a obras de caridad hasta su muerte en 1534.
A ella se debe la fundación del hospital de la Latina (1499-1507) así como del convento de la Concepción Francisca y el de la Concepción Jerónima.